Crónicas desde orilla y/o embarcadas.

jueves, 29 de marzo de 2012

Sí es el Rey.

El Pomatomus saltatrix es uno de los predadores más poderosos y agresivos que se puede capturar a spinning por aguas canarias. Versátil, flexible y oportunista, caza en rompientes, en zonas de más calado o incluso en alta mar. Asimismo es voraz, atlético, atrevido, dotes que convierten su captura en superficie en algo grandioso. Aunque he disfrutado con espectaculares ataques topwater de otras especies, como medregales, sierras y bicúas, los más llamativos y numerosos han sido fruto de este fantástico pez. Con poppers, paseantes, pencils, da igual, arremeten con ímpetu a todo aquello que se menee arriba. Por Las Afortunadas no tiene rival en estas maniobras, para mi es el Rey.

No hace tanto paseaba con dos buenos amigos entre arenas y rocas tanteando las rompientes en busca de bailas y lubinas. Trascurrido un cierto tiempo sin resultados, decido acercarme a una zona con más calado para dar ahí los últimos lances del día. Escojo un popper, pero no consigo accionarlo bien desde la alta posición en que me encuentro. Me decido entonces por un skipping lure, el cual consigo proyectar a una considerable distancia. Nada más iniciar la recuperación veo un chapoteo, pero no soy capaz de discernir si ha sido ataque o producto de la acción "saltarina" del artificial. Atento, pues intuía lo primero, sigo metiendo línea en el carrete y esta vez si observo una clara acometida. Justo en ese instante, D. José Luis se planta a mi lado, le comento lo que viene sucediendo y mientras le hablaba, un formidable pejerrey toma el señuelo y queda prendado. Desgraciadamente, las 15lb que llevaba duraron muy poco sobre las rocas donde fueron a parar, y el animal se llevó consigo la muestra y mis ilusiones de vararle. Abajo un vídeo que enseña parte de lo ocurrido.


Hace menos empleaba el Yo-Zuri Hidro popper cuando literalmente, otro pejerrey emerge completo, se abalanza sobre su objetivo y queda enganchado. Unos 3,5kg de Saltatrix.


No siempre se puede uno distraer con los ataques en superficie de este maravilloso animal y en ocasiones muerde minnows y jigs, como en este caso, en el que el pez masticó un Seaflower 60g en caída.


Tiró con mucha fuerza. Rondaría los 6Kg de pura potencia.


Debido a la admiración que despierta en mi esta especie, cada vez me muestro más sensible hacia la misma y tanto este como su antecesor fueron devueltos al agua. Les pongo un vídeo de la suelta del último.



Así es el Saltatrix, un pez al que cada día venero más.

Saludos.

jueves, 15 de marzo de 2012

Un inconveniente más que probable. La luna llena.

Ya me recalcó mi sabio amigo Rafa en el pasado que, conforme a su experiencia, los amaneceres influenciados por la luna llena son muy poco productivos. Los datos empíricos extraídos de su cuaderno de notas de pesca, en el que grabó un número importante de jornadas transcurridas bajo esta circunstancia, evidenciaban con cierta rotundidad que los frutos eran muy pobres o en muchos casos nulos. Para intentar dar una explicación razonable a este hecho, pensamos que tal vez los predadores durante la noche aprovechan la luz que nuestro satélite proporciona para localizar a sus presas y alimentarse incluso con mayor facilidad que por el día, ya que la emboscada sobre las víctimas con una intensidad lumínica manifiestamente menor que la solar, lograría hacer a esta más sencilla y efectiva. Podemos extrapolar lo dicho de lo que ocurre por ejemplo en la sabana africana cuando leones y otros carnívoros como las hienas, cazan con mayor éxito en la oscuridad, abanlanzándose cómodamente sobre sus presas. Si en definitiva ocurre lo que plantea nuestra hipótesis, es obvio que temprano, cuando empezamos a pescar, los peces han de encontrarse saciados y consecuentemente menos activos, por tanto difícilmente obtendremos alguna acometida. 

Este pasado fin de semana, en el que la luna emulaba a un enorme queso, he charlado con varios amigos a los cuales tengo gran estima, y como pescadores también. Me comentan que ni ellos ni sus acompañantes (cuando los hubo) consiguieron ataque alguno durante los intentos al orto e igualmente me ocurrió a mi. Sucesos que corroboran asimismo que la luna llena supone un impedimento teórico para el spinning matutino. No obstante, por la tarde las cosas pueden y suelen mejorar. Así lo dice también la práctica. Los peces han de volver a alimentarse y es entonces cuando podremos eclipsar los malos resultados causados por el influjo del mencionado astro. Solo al anochecer encontré actividad y además este par de buenos peces.



El pejerrey (de unos 4kg) al agua, que hay que cuidarlos y la bicúa, que parece más abundante, para comer.

Durante sábado, domingo y lunes, no solo sufrimos el hándicap expuesto, sino que asimismo padecimos una mar de fondo considerable, lo cual impidió acercarse a lugares más apetecibles. Sin embargo, los días sucesivos han venido con un oleaje contenido y aunque estaba cansado no me gusta dejar pasar buenas oportunidades. Más spinning de tarde y nuevas y hermosas capturas.

Una divertida sierra.

 

Posteriormente y con más agua (pleamar) consigo una picada sólida. Después de una lucha extenuante y mucha fortuna, ya que el bajo quedó muy tocado, veo emerger este formidable dentón.

 

No suelo pesar mis capturas pero en este caso quise saber con exactitud los gramos que podía dar. El pescadito estaba rollizo. No me sorprendió cuando la báscula sobrepasó ligeramente los 7kg.

 

Y como las lubinitas me resultaron muy divertidas, me animé a buscarlas de nuevo. Esta vez escogí otra zona, donde también pude localizarlas y pasarlo realmente bien.

 

Saludos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

También son divertidas.

Aunque algún testimonio he escuchado a favor de la existencia de lubina salvaje en la isla de Gran Canaria, donde parece ser que se capturó alguna antes de la implantación de la acuicultura, da la sensación de que en su inmensa mayoría las que se encuentran por sus costas tienen origen en la cría en cautividad. Con cierta frecuencia estos peces quedan libres de su confinamiento, se dispersan por las orillas y se asilvestran, incorporándose al hábitat. Tengo entendido igualmente que han llegado a reproducirse, con lo cual algunas han nacido en libertad.

Por otro lado, hacía ya un tiempo que venía sopesando la idea de acudir a una zona de rompiente que me trasmitía buenas sensaciones como lugar donde poder localizar a estos bellos serránidos, y recientemente nos dimos una vuelta por allí. Empiezo a buscarlas con la mar casi vacía y sin haber iniciado el ascenso. Un buen rato de rastreo y no tengo suerte. Persisto ya con la subida de la marea y pica una. Sigo tras vararla y en casi todo intento noto como atacan mi señuelo. En poco más de media hora apreso 8 o 9 lubinas que oscilan entre los 750g y el kilo de peso, perdiéndose asimismo otras tantas.


Ya en otra jornada regreso y esta vez las encuentro incluso con marea vacía del todo. Además de tener nuevamente un buen número de acometidas y capturas, se enganchan algunas de talla mayor, entorno a 1,5kg. 

Siempre he creído que atrapar lubinas provenientes de cultivos es menos meritorio que prender a las silvestres, no obstante, lo he pasado muy bien y volveré a por ellas.

Les dejo por aquí también una fotillo de mi última sierra.


Saludos.