Crónicas desde orilla y/o embarcadas.

sábado, 1 de junio de 2013

A ciegas.

Alberto es un colega reciente, al cual conozco no hace más de un año. Sin embargo, durante este tiempo  la comunicación ha sido fluida y constante. Prolongadas charlas dedicadas tanto a la pesca como a otros muchos temas, más grandes momentos que hemos vivido han ido moldeando y consolidando una realidad, la buena amistad que nos une actualmente. 

Resulta que no hace demasiado él sale a "echar un ratillo" en embarcación  pequeña de paseo, poco estable y que carece por completo de equipamiento para la práctica de la pesca. Si tenemos en cuenta que en Gran Canaria capturar cualquier pez es complicado aún disponiendo de abundantes spots y la tecnología idónea para escrutarlos, nos podemos imaginar lo que supone probar fortuna (nunca mejor dicho) cuando ni siquiera controlas una posición guiándote por tierra. Ante tales circunstancias, opta sabiamente por no alejarse mucho de puerto, que para llevarse una más que probable decepción mejor si es cerca, y tras poca navegación se encomienda a las corrientes.

Yo, que no le acompañé pues en esa fecha me encontraba de viaje, oigo el teléfono, contesto y le escucho decirme entusiasmado que no sabía ni cuantas trancadas había tenido, que en atmósfera había puesto una bicúa, un buen pargo y dos estupendos jureles y me comenta igualmente a tiempo real que le acaban de propinar otro fuerte tirón. Cuando empiezan a entrar en mi whatsapp las imágenes de los animales, quedé atónito ante este excelente resultado.





Su cara en esta última instantánea expresa perfectamente lo que supuso aquella mañana, ÉXTASIS TOTAL.

¡¡¡Grande Alberto!!!

2 comentarios:

iceman dijo...

Muchas Gracias Amigo!!!!
No quería comentar nada, hasta que no hubiese otras entradas, más que nada para no ser presuntuoso, pero tampoco voy a hacerte el feo de quedarme en blanco ante tal manifestación de "buen feeling" que existe entre ambos.
Realmente, ese día fue lo que dices, salir a probar, cerquita de la orilla, cerquita de puerto, y cuadró, encima, estrenaba equipo, y, los tres primeros lances, se vieron recompensandos con tres pelucas dignas de los Jackson Five, así que mi recién estrenado 4000, se convirtió en un 3000 (por capacidad), cosa que, y está mal que lo diga yo, pero es así, hace más meritoria la jornada.
Por otro lado, agradecerte los consejos que he recibido durante las jornadas que hemos compartido. Es extremadamente complicado como dices, tener una jodida picada en esta isla, y aquel día, me daba vergüenza tenerlas, porque estábamos el patrón (un gran amigo y mejor persona) y yo, y joder, todas las tuve yo, cosas que pasan, es inexplicable, pero es así, la pesca es así, y es lo bonito que tiene. Estaba rezando para ver la caña del compañero arqueada, pero no hubo fortuna....creo, sinceramente, que de no haber monopolizado las picadas, habría sacado algunas piezas más, ya que al final, estaba pescando por inercia, no con esa tensión que es necesaria, al menos yo lo creo.

Cañacortada dijo...

No hay porqué darlas colega.

La jornada era digna de esta entrada y de mucho más. Qué envidia.:)

Y con respecto a los procedimientos que haya podido sugerirte, seguro que te hubieses dado cuenta por ti mismo. Eso sí, has ganado un tiempo valioso.;)