Crónicas desde orilla y/o embarcadas.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Mi jigging está muriendo. Nostalgia del pasado.

Recuerdo perfectamente mi primera jornada de "juego vertical". Fue una tarde de 2007 con 3m de mar de fondo y sobre la mejor piedra que conozco en Gran Canaria. Un lugar donde los medregales abundaban, y así me lo hicieron ver desde aquel mismo día. Una picada terrible se desvaneció debido a que la línea no soportó el empuje del animal. A partir de aquí, comencé a acudir a darle al jigging con tanta frecuencia como me permitía la meteorología, y fui paulatinamente depurando mi estilo a la vez que iba anotando capturas en mi casillero.



La sama de pluma era por aquel entoces mi presa habitual. Extraerlas de tamaño notable no era complicado.


La monotonía y el estancamiento me obligaron a asumir riesgos en busca de nuevas experiencias. No siempre se pudo tener éxito, sin embargo estoy muy satisfecho con el resultado que he ido obteniendo en el transcurso de mi trayectoria.

Una muestra.








Actualmente estoy en un punto muerto, casi que no lo intento. El spinning, que me gusta más, y la falta de acción, han conseguido que muestre poco interés por la disciplina. No obstante, "El Capi" (Alberto) habla con entusiasmo de nuevas zonas sugerentes, y me ha contagiado su optimismo. Por tanto, en las próximas bonanzas practicaremos una vez más jigging con ímpetu y esperanza. Ya les cuento.

Saludos.