Mes de Julio III. Vuelve cuando quieras.

Sí, ya se que llevo todo el mes quejándome de unas condiciones meteorológicas pésimas. Reconozco igualmente que he expresado mi pesar por el escaso movimiento de los predadores, protestado por la masificación y suciedad de la costa y deseado que Julio terminase cuanto antes. Sin embargo, tras lo ocurrido estos últimos días mi visión sobre este duro mes del verano canario ha cambiado notablemente. He disfrutado de jornadas en parajes maravillosos sin más compañía que la escogida. Las mismas han transcurrido con una climatología buena, tratándose de estas fechas, y aunque no puedo decir que la actividad haya sido generosa, he conseguido un fruto estupendo, el cual pudo ser mucho mejor de no haberse escapado otras oportunidades.

El hecho de encontrarme ya de vacaciones me ha permitido ir de pesca en cualquier momento y por supuesto, esto me deja escoger el instante más idóneo para tratar de hacerme con unas presas. Estas no han sido muy numerosas, pero si son a mi entender unos peces de calidad.

Bueno, paso de enrollarme más y les pongo las fotillos.

Un buen bocinegro de esta misma mañana.

Una bicúa de unos 4kg.

Pejerrey que atacó al Tide minnow cortesía de Maxwel.

Una vez más tuve el privilegio de coincidir con mi amigo Abe. Además de enriquecerme con su valiosa experiencia, este compañero muestra lugares que bien contrastados tiene, donde ya ha puesto de manifiesto su saber hacer con fantásticas capturas y claro, esta enorme generosidad nos allana el camino hacia éxito. Vean en este video realizado por José Luis lo que puede ocurrir en los rincones que él controla.

Una instantánea del magnífico dentón.

Aún no ha expirado este mes, así que intentaré exprimirle algo más.:)

Saludos.

Ps. Muchas gracias Abe.

Mes de Julio II. Que acabe ya.

Como es de esperar por estas fechas, los alisios persisten soplando con fuerza, agitan la mar y últimamente traen consigo precipitaciones, que añadidas a unas condiciones de por sí muy malas hacen más incómoda si cabe la práctica del spinning. A todo esto hay que sumar la escasa actividad y la invasión costera estacional de multitud de campistas, chabacanos en un 90% que tienen como propósito el adueñarse del litoral, consumir y acabar con la totalidad de los seres vivientes y abandonar tras de sí todo tipo de residuos (orgánicos o no) en cantidades enormes, dejando un paisaje ribereño infecto, repulsivo. Ni siquiera las féminas tienen la delicadeza de recoger adecuadamente sus apósitos menstruales y se desprenden de ellos en rincones y márgenes playeros, quedando una vista de lo más deprimente.

Si eres capaz de abstraerte de lo anterior (muy complicado), puedes intentar disfrutar de algún ratillo de pesca buscado cobijo de las inclemencias meteorológicas en abrigos. Asimismo tendrás que ocultarte en la medida de lo posible de la gente con falta de escrúpulos.

Poco han dado de sí los últimos días. Aparte de una sierra, el resto se tradujo en alguna jornada nula y otras en las que salió una aguja grande y 5 o 6 pequeños reyes. Curioso ver como estos animales atacan a artificiales con un tamaño similar al propio.

Les dejo una imagen del túnido.

Bueno, intentaremos evitar tanto factor desfavorable hasta que desaparezcan.

Saludos.

Ps. Habiendo surgido una confusión en un foro de pesca en el cual participo, quisiera hacer la misma aclaración por este espacio por si alguien cae en el mismo error.

En muchas de mis fotografías aparecen señuelos que nada tienen que ver con la captura del pez al cual acompañan. Estos artificiales se muestran con el fin de servir de referencia con el tamaño del animal y sobre todo como elemento meramente decorativo. Otra cosa es cuando expresamente comento que el señuelo es responsable de su apresamiento.

El mito de "La majúa".

Son muchos los relatos y testimonios que he escuchado sobre jornadas extraordinarias, en las que el mar bullía de vida. Días de innumerables trancones y capturas de toda índole logradas con extrema facilidad por todo tipo de spinners, incluidos mediocres y novatos. Este tipo de sucesos excepcionales siempre van acompañados de un requisito que le es inherente, la existencia de carnada. La preciada "majúa" es el quid.

Majúa es el nombre que dan muchos marineros y pescadores (al menos por Las Canarias) a los grandes cardúmenes de longorones (Atherina presbyter). Esta especie se acerca ocasionalmente en grupos de cierto tamaño hasta la costa y suelen traer tras de si, como cabe esperar, un número importante de predadores.

Hace unos días tengo una charla con un buen amigo que me comenta que dio con la majúa (como él dice). Este compañero no es muy diestro a la hora de menear señuelos, así lo reconoce, sin embargo comenta que no tuvo dificultad para hacerse con 4 sierras, otras tantas bicúas y perder 5 o 6 peces más, entre los cuales se hallaba un pejerrey descomunal, asegura. Además me trasmite que en ningún momento pescó con comodidad, debido al mal estado del mar y a la orografía del lugar, con lo que se deduce que si las circunstancias hubiesen sido mejores el rédito probablemente también.

Recientemente llega hasta mis oídos información clara e inequívoca de la localización de un buen manchón de carnada, el cual se encontraba por la zona desde hacía unas jornadas y que trajo consigo el correspondiente cortejo de predadores. Me dicen igualmente que se han conseguido buenas presas en el sitio y por este motivo.

Nos acercamos pues hasta ese punto con cierta esperanza, sin embargo la abundancia de peces pasto ya no coincidía con la descrita por el confidente. Además, lo poco que quedaba estaba cercado por un pesquero y varias embarcaciones menores, panorama este del que se desprende que tanto carnada como depredadores se habrían visto sometidos a una implacable presión pesquera.

Como podrán imaginar, gran parte de mi ánimo se fue al traste, pero no quise buscar alternativa y permanecí por las inmediaciones.

Nada que ver tuvo aquella tarde con las míticas historias relatadas, ni se asemejó en absoluto a una jornada extraordinaria, de hecho solo coseché 3 picadas y un pejerrey que no llegaba a los 2kg.

Disculpen la calidad de la imagen.

Parece evidente que para conseguir los resultados esperados hay que llegar al lugar de los primeros o claro está nadie se entere.

Bueno, habrá que seguir soñando con el encuentro de... "La majúa" :)

Saludos.

Ps. Aprovecharé asimismo la publicación de esta entrada para mostrar mi última captura, intentando evitar que el reportaje quede algo descafeinado. Otro Rey, este algo más crecidito.

Mes de Julio. Spinning a resguardo.

El verano canario es sinónimo de viento. Los alisios se instalan sobre el archipiélago y permanecen activos prácticamente los tres meses que perdura la estación. Ocasionalmente la intensidad del flujo de aire se debilita y permite disfrutar de la pesca en lugares expuestos con relativa comodidad, sin embargo la tónica general es que estos vientos soplen con vigor y frecuentemente con mucha fuerza, como ocurre estos días.

Con tal panorama, si quieres acercarte al mar a por unos peces no te queda otra que buscar abrigo en ensenadas o trasladarte hasta la zona sur-suroeste, encontrando el cobijo natural a la componente reinante. Lamentablemente, ni una ni otra opción son muy alentadoras (estas áreas suelen estar concurridas y esquilmadas) y menos aún tratándose de la isla de Gran Canaria donde los efectos lesivos de la sobrepesca son máximos.

Dicho esto, entiendo que cualquier tipo prudente debería abstenerse y dejar una posible escapada para cuando el clima sea más favorable. El problema es que cuando tengo tiempo libre, a menudo me apetece pescar y como no temo en demasía al fracaso, las pasadas jornadas he deambulado por enclaves deprimentes por ver que ocurría y tengo que decir que el resultado ha sido satisfactorio. Tres mañanas consecutivas en las que conseguí cinco picadas y las siguientes imágenes.

Un pez por día no es lo que sueño, no obstante creo que está muy bien para los limpios visitados.

Saludos.