Crónicas desde orilla y/o embarcadas.

miércoles, 10 de agosto de 2011

El pesquero indiscreto.

Hace unos días quedé para ir de pesca con unos miembros de mi familia. La idea era que ellos pescaban con carnada, yo haría spinning y para finalizar la jornada todos le daríamos al lanza y recoge.

El lugar fue escogido por mis compañeros y aunque no es un área que posea las características que busco en un sitio de pesca (expuesto y profundo), no me importó en absoluto probar en el mismo. Mis últimas elecciones no me han rendido como deseaba y eso que me como mucho el tarro a la hora de escoger el emplazamiento, de manera que este sea lo más sugerente posible.

Los factores clave de esta elección fueron:

- Zona rica en bogas y otros peces como salemas y sargos.

- Cercanía y buena accesibilidad.

Llegamos a una hora adecuada para otras modalidades, pero algo temprano para la práctica del spinning grancanario. Como la pleamar ya se había iniciado y el mar estaba movidito, me animo, monto el equipo y comienzo a sondear el pesquero. Unos pocos intentos y sale una bicuíta. Todos, incluido yo nos quedamos gratamente sorprendidos ante este hecho. Lanzo nuevamente y otra picada. Recupero algo perplejo y sale un abae. Tras lo que estaba sucediendo, tomo todas las precauciones posibles para evitar que al día siguiente esta ubicación se convirtiese en el lugar más concurrido de toda la costa canariona. Estábamos flanqueados a ambos lados por probables narradores de hazañas increíbles cuando no las hay y a menudo oteaban desde las alturas un número importante de curiosos, que de percatarse de lo que estaba ocurriendo seguramente llevarían hasta aquella zona todo utensilio capaz de apresar cuanta vida pudiera haber en el lugar, además de la compañía suficiente para lograr tal fin. Prosigo intentándolo y en cuestión de 5 o 6 minutos saco un par de pequeñas bicúas más. Ya solo pensaba en que el aforo de fisgones no se llenase por completo y que aquella tarde pasase lo más desapercibida posible. Una vez alcanzado el ocaso lo intentamos con ahínco, sin embargo nada más se hizo notar.

Recuerdo que hace unos años mi amigo Rafa y yo encontramos un pesquero de características similares, teniendo asimismo una jornada parecida, con la captura de un buen número de bicúas. Unos cotillas se acercaron por allí y se encargaron bien de percatarse de lo necesario para conseguir un fruto semejante. Al día siguiente estaban acampados en el sitio con todos los miembros del clan familiar y por lo que sé, erradicaron de aquella demarcación las bicúas y cuanta vida pudieron quitar.

Tengo al menos un poco de esperanza de que aquí no suceda lo mismo, no obstante me temo que no habrá clemencia y ocurrirá lo de siempre.

Les dejo una imagen del serránido.




Saludos.

4 comentarios:

Y digo yo dijo...

No te preocupes, si van ahí tu puedes ir a otros sitios ;)

alejandro dijo...

la foto del abae te ha quedado impresionante

Adal dijo...

Como siempre sacas jugo de donde no hay....cuidado con los chanos que andan cercaaaaa

P.d. Tengo noticias ¡orientales!

Cañacortada dijo...

Eso haremos José Luis.:)

Gracias Alejandro. Es una foto bonita, estoy de acuerdo.:)

La presión del chanerío es enorme Adal. Casi todos tienen sus equipos guardados en casita, pues la gran mayoría no practica spinning porque les guste, sino por los resultados. Están al acecho y ante cualquier señal que les muestre donde pueden trincar, allí estarán.

Ps. He oído un rumor que viene desde oriente. Ya contarás con más detalle.;)

Saludos a todos.